Yazgo junto a ti. Sé que no conseguiré recordar lo que hemos
soñado esta noche. No hay calor comparable al de un cuerpo
vivo.
Pero el ojo, el ojo desecándose querría... una niebla carmesí,
una lluvia de oro, al menos un avivamiento de la noche...
querría poder olvidar los poros de sarcástica nitidez
que perforan a todos y cada uno de los seres de este mundo.
El sol arranca de los cuerpos una música sin cobijo.
Duermes, pero asediada por la claridad.
Yo ya sé que la prueba de este día consistirá en engolfarse
en la estremecida vigilia de la realidad.
Jorge Riechmann
El sol, siempre añorado. Somos mediterráneos y no podemos vivir sin él.
Me encanta el invierno , pero llevo fatal lo de que se haga tan pronto de noche.
Buen día a todos.
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