Soy la rara,
la que no encaja,
la que nunca resulta suficiente.
Soy rara
porque tengo cierta belleza
que nunca es la que se espera.
Me falta la cabellera rubia, los ojos claros, la nariz respingada,
la figura sencilla.
Me sobra palidez para ser latina,
me falta blancura para ser de raza blanca.
Mis manos son frágiles y delgadas,
se maltratan fácilmente,
no me sirven para ser obrera,
pero como me gusta hacer arte-sanía,
insanas las manos no me sirven para ser la señora de casa,
de hecho nunca he podido ser la gran señora que finge y calla,
que sumisa pierde la vista,
que discreta guarde decoro ante el teatro de su infeliz vida.
Para ser comunicadora, no supe nunca guardar silencio.
Para hablar en radio no tengo la voz de mujer fumadora,
sino la de una niña malcriada que impertinente habla,
inoportuna pregunta, rebelde replica.
Para ser madre resulto una loca fantasiosa y divertida
o eso dice mi hija.
Soy la rara que piensa,
la loca que sueña,
la adicta aficionada a las endorfinas,
la cínica romántica que busca el amor sin encontrarlo,
porque aún creo que el amor debe ser ligero,
libre, sin condiciones ni chantajes,
sin mentiras sin celos,
sin dolor.
Mónica Gameros
(México DF, México, 1971)
Si todo esto es síntoma de ser rar@, lo confieso, yo lo soy.
En otras muchas cosas soy de lo mas corriente y vulgar, igual un término medio sería mas conveniente, pero ahhhh....es lo que hay, no soy mujer de medias tintas.
Buen día.
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