Lo cierto es que no sé
bien de qué quejarme.
Luce el sol.
La vida -ese enfermo
grave- sobrevive,
de forma inexplicable,
al paso de los días.
La gente va
y viene por la calle
como si tal cosa.
Nada parece
fuera de su sitio.
Qué putada ser feliz,
si se quiere ser
también poeta...
Alfonso Brezmes
Bahhhh, bobadas , conozco magníficos poetas que son felices por los cuatro costados !!
No obstante prefiero ser feliz que poeta, habiendo tantos y tan buenos poetas de los qué disfrutar.
Y vosotr@s disfrutar cada segundo de todo lo disfrutable !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario