Que sea primavera
cuando escribas,
y el día, como hoy,
tenga un sol cuya luz
no proyecte más sombra
que la que dan las alas
de los pájaros.
Que tus pasos se alejen
más de ti,
y que cada palabra,
cada verso,
sean los que esperabas
y no acababan nunca
de llegar.
Y cuando estés muy lejos
y hayas dejado atrás
las dunas del desierto,
donde las flores vuelvan
a brotar,
no te importe seguir.
José Corredor-Matheos
Si, la buena poesía tiene ese poder : convertir el otoño en primavera. Pero ese don , no lo tenemos todos en nuestras manos, así que yo que soy una buscadora empedernida, cuando lo encuentro, lo hago mío y lo disfruto. Y luego os lo muestro a ver si coincidís conmigo.
Espero que hayais pasado un buen fin de semana.
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