“Cuando el día estrena la luz
y yo mi cara recién lavada,
descorridas las últimas telarañas del sueño,
les pongo a las niñas de mis ojos
sus zapatitos de cristal de siete leguas,
y armada de bolígrafo y paciencia,
apuntillo sin piedad
por allí dentro,
por donde toda la noche
anduvo retozándome aquel potro,
como en poco espacio,
y no descanso
hasta dejarlo sometido,
manso, dormido en unos versos.
Entonces
el poema es...
y yo me reafirmo”
Elba García Hernández
Que tengais un buen día.
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