Mira, hijo mío, el mundo que hemos preparado para ti.
Es demasiado asimétrico: unos tienen de todo y otros no tienen de nada.
Es demasiado inestable: se suceden las guerras de unos hombres con otros.
Es demasiado inseguro: las armas destructivas nos están apuntando. Y hay armas suficientes para acabar con todo (sí, hijo, contigo también).
Tu cuarto es agradable: la cuna, los juguetes, el columpio, la caja de música que te ayuda a dormir, las cortinas que cosió mamá…
Y también nuestro hogar es acogedor.
Pero fuera de estas paredes no hemos podido darte algo parecido.
Mira, hijo mío, el mundo que entre todos hemos preparado para ti.
Ojalá que, cuando tú tengas un hijo, no tengas que decirle esto (aunque por vergüenza no lo digo; sólo lo pienso).
Ojalá tú sí puedas decir, en voz alta, a tu hijo
“Te ofrezco un mundo cálido, agradable también de puertas para fuera”.
Sáiz de Marco
Somos conscientes de lo que estamos haciendo con este mundo ??
Este mundo que no es nuestro, solo es un préstamo de nuestros padres, que debemos devolver en buen uso a nuestros hijos y nietos.
Buen día ??
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