Yo, mi, me, con..miga

jueves, 4 de diciembre de 2014

Recuerdo de una tarde de verano

Café del jardín. Museo del romanticismo ( San Mateo 13 de Madrid )


Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje
rozado por la yema de los dedos,
son el mejor recuerdo de unos días
conocidos sin prisa, sin hacerse notar,
igual que amigos tímidos.

Fue la tarde anterior a la tormenta,
con truenos en el cielo.
Tú apareciste en el jardín, secreta,
vestida de otro tiempo,
con una extravagante manera de quererme,
jugando a ser el viento de un armario,
la luz en seda negra
y medias de cristal,
tan abrazadas
a tus muslos con fuerza,
con esa oscura fuerza que tuvieron
sus dueños en la vida.

Bajo el color confuso de las flores salvajes,
inesperadamente me ofrecías
tu memoria de labios entreabiertos,
unas ropas difíciles, y el rayo
apenas vislumbrado de la carne,
como fuego lunático,
como llama de almendro donde puse
la mano sin dudarlo.
Por el jardín, el ruido de los últimos pájaros,
de las primeras gotas en los árboles.

Aquel temblor del muslo
y el diminuto encaje, de vello traspasado,
su resistencia elástica
vencida con el paso de los años,
vuelven a ser verdad, oleaje en el tacto,
arena humedecida entre las manos,
cuando otra vez, aquí, de pensamiento,
me abandono en la dura solución de tus ingles
y dejo de escribir
para llamarte.




Luis García Montero






Que lejos queda ya el verano......aunque parece que fue ayer. Pero el tiempo avanza inexorable y ya falta nada para navidad.
Este año van a ser muy, muy diferentes. Voy a hacer todo lo posible para que así sea.
Aunque estas fiestas ni me gustan ni me han gustado nunca, este año me hacen especial ilusión a pesar de alguna ausencia inevitablemente dolorosa.

Buen día.



No hay comentarios:

Publicar un comentario