Yo, mi, me, con..miga

miércoles, 3 de septiembre de 2014

La violetilla



Nos trajeron de regalo un palomo blanco, “para que nos lo comiéramos”. 
¿Quién, después de verlo y acariciarlo, se lo comía? 
Se lo dimos a los dos niños del jardinero para que lo criaran.

-¿Qué haréis con él?

María, la mayorcita, La violetilla como le decíamos, grisucha y graciosa, con sus ojos verdes, su pelo pardo con aceite, y sus dientes amarillos, saltó al momento:

-¡Cuidarlo, zeñorito!

Pero el padre mató al palomo aquella misma tarde y se lo comió la familia, digo, él y el niño, Faneguillas, que tenía todo su mimo. 
La madre y la niña se contentaron con olerlo, agradables a la fuerza.

Al día siguiente, cuando entré, estaban los niños sentados en el umbral jugando a los alfileritos.

-¿Y el palomo? –les pregunté ansioso.

El niño se puso de pie, y sacando la barriga, se dio una palmada en ella:

-¡Aquí, gualdado!

Y La violetilla María, sonriendo triste, copiaba a su hermano:

-¡Aquí guardado, zeñorito!




Juan Ramón Jiménez



Parece mentira que en pleno siglo XXI en España, haya niños pasando hambre, cuando los que nos gobiernan, no se conforman con nada y encima les tenemos que estar financiando sus menus de Estrella Michelín y sus cubatas. 
Que poca vergüenza tienen !!
Podrán dormir por las noches ??
Buen día.

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