Yo, mi, me, con..miga

lunes, 14 de octubre de 2013

Muerte de un rimador.

 
 
 
Agapito Pito era un rimador nato y recalcitrante.
Un buen día viajó a un extraño país en donde toda rima, aunque fuese asonante, era castigada con todo rigor incluyendo la pena de muerte.
Pito empezó a rimar a diestra y siniestra sin darse cuenta del peligro que corría su vida. Veinticuatro horas después fue encarcelado y condenado a la pena máxima.
 
Considerando su condición de extranjero, las altas autoridades dictaminaron que podría salvar el pellejo solamente si pedía perdón públicamente ante el ídolo antirrimático que se alzaba en la plaza central de la ciudad.
El día señalado, el empedernido rimador fue conducido a la plaza y, ante la expectación de la multitud, el juez supremo del tribunal le preguntó:
 
—¿Pides perdón al ídolo?
 
—¡Pídolo!
 
 Agapito Pito fue linchado ipso facto.
 
 
 
Otto Raúl González
 
 
 
Ja, ja, ja, ja, mira, me ha hecho gracia este cuento !!
Lo mejor, empezar la semana de buen humor. Hacer lo propio.
Que tengáis un maravilloso lunes.


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