Por las mañanas
mi pequeñuelo
me despertaba
con un gran beso.
mi pequeñuelo
me despertaba
con un gran beso.
Puesto a horcajadas
sobre mi pecho,
bridas forjaba
con mis cabellos.
sobre mi pecho,
bridas forjaba
con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
de gozo yo ebrio,
me espoleaba
mi caballero:
de gozo yo ebrio,
me espoleaba
mi caballero:
¡Qué suave espuela
sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
mi jinetuelo!
sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
mi jinetuelo!
Y yo besaba
sus pies pequeños,
sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
en solo un beso!
en solo un beso!
José Martí
Que delicia sus dos pies frescos !!
Cuantas veces repito la última frase de este poema, ni se sabe.
Buen día.
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