Yo, mi, me, con..miga

lunes, 2 de septiembre de 2013

Es la hora de embriagarse.



Se debe estar siempre embriagado. Todo consiste en eso;
es el único problema.


Para no padecer el horrible fardo del tiempo
que quiebra los hombros y los inclina hacia el suelo,
uno debe embriagarse infatigablemente.
 

Pero.... ¿de qué?

De vino, de poesía, de virtud, de lo que sea.
Pero embriagarse.


Y si alguna vez, en la escalera de un palacio,
sobre la hierba verde de un foso, en la soledad melancólica de su cuarto,
ustedes despiertan y la embriaguez ha disminuido o desaparecido,
interroguen al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro,
al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda,
a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenles qué hora es;
y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
 

¡Es la hora de embriagarse!
 

¡Para no ser esclavos martirizados por el tiempo,
embriáguense, embriáguense incansablemente!
 
 
De vino, de poesía, de virtud, de lo que sea.......
 
 

Charles Baudelaire
 
 
Pués nada, lo haré.
Aunque con estos días que vienen ya tengo suficiente.
Buen día.


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