La lengua sobre todo, afectuosa,
áspera y cortesana en el saludo.
Las zarpas de abrazar, con qué cuidado,
o de impetrar afecto, o daño, a quien lo doma.
La caricia con uñas, el pecho boca arriba
para mostrar el corazón cautivo.
La piel toda entregada, la voz ronca
retozando en su jaula de colmillos,
y los ojos enormes, de algas, sonriendo
a la muerte inmediata a que fué sentenciado.
áspera y cortesana en el saludo.
Las zarpas de abrazar, con qué cuidado,
o de impetrar afecto, o daño, a quien lo doma.
La caricia con uñas, el pecho boca arriba
para mostrar el corazón cautivo.
La piel toda entregada, la voz ronca
retozando en su jaula de colmillos,
y los ojos enormes, de algas, sonriendo
a la muerte inmediata a que fué sentenciado.
Carlos Barral.
Carlos Barral.......la gente sensible todavía puede sentirlo paseando por nuestra playa.
Es que, para que marcharse a otro paraíso !!
Buen día.
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