Yo, mi, me, con..miga

miércoles, 25 de julio de 2012

El milagro.


Queriendo olvidar,  ha amanecido.

Estaba en el jardín frondoso de Manolo donde recibo cada mañana los primeros coletazos de las olas golpeando en el muro del jardín.

Una mariposa amarilla me pasó rozando la boca y la nariz, quizá buscando en ése contacto la prueba de que no estaba sola en el universo. ¡Ni yo tampoco!.

Dándome cuenta de lo que el pequeño insecto quería de mí, fui tras ella un momento, caminando silencioso por en medio de los parterres de flores que restallaban al fulgor del sol y la brisa marina.

Allí, al fondo, donde hacemos las barbacoas y contamos los cuentos que nos alegran las plácidas horas del atardecer, se posó un instante de relámpago en una pequeña rama en ele de donde colgaba una gota de rocío, que protegía la sombra y la mañana.

Succionó la gota que dejó de brillar al instante y se abrió de alas como formando un dibujo de sueños y esperanzas.

Sí, allí solos, la mañana, la brisa suave del mar en la cara, la luz aterciopelada que dibujaba en el césped los huecos sorollistas refulgentes y perfectos a través de las hojas del castaño centenario.

Sí, allí solos, la mariposa amarilla y yo.

Yo, muerto de envidia y tristeza porque ése milagro no se produzca cada mañana.

Ella, posada, relajada y amiga en el centro mismo de una rosa, rosa.


Porfi
Viernes 17 de agosto del 2007.
( Rescatada del tiempo y la memoria )


A veces es bueno hacer memoria y recuperar lo bueno que anida en algún lugar.
Y hay mucho y bueno que traer al presente. Lo malo, mejor echarlo al rincón de la basura y olvidarlo.
Buen día.

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