lunes, 6 de febrero de 2012
El mundo.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Eduardo Galeano.
De El libro de los abrazos.
Ojalá nunca sea de los fuegos bobos que ni alumbran ni queman !!
Prefiero ser fuego loco y llenar el aire de chispas que de esos otros que te dejan frío.
Ahora, que para frío el que está haciendo. Debe de ser que estoy mal acostumbrada.
Buen día.
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Siempre es bonito brillar con luz propia. Tener un fueguito cerca para dr calor y luz al que se acerque.
ResponderEliminarEsta semana est´haciendo un frio que tengo las manos cortadas y eso sin salir a pasear.
Besicos.
Pero no todos tenemos esa suerte.
ResponderEliminarA veces brillamos con fuerza y otras veces parece que nos ha mirado un tuerto y estamos apagados. Pero no hay mal que cien años dure, y una vez que lo asimilas, vuelves a resurgir de tus cenizas como el Ave Fénix.
Pués en Zaragoza todos los días bajo cero.
Otro beso, corazón.