Yo, mi, me, con..miga

lunes, 30 de diciembre de 2019

Esas "personas milagro " con las que a veces nos cruzamos en la vida




Esta carta es mi reconocimiento a las personas auténticas y especiales que suelen pasar 
desapercibidas.
No juzgan, no etiquetan, no se meten en críticas destructivas; no agreden, pero saben 
defenderse.
No humillan a nadie ni se dejan humillar. Tienen un saber estar innato, son fieles a si 
mismas, saben lo que hacen, se aceptan y aceptan las circunstancias. Inspiran respeto y 
admiración. Suelen ser alegres y vitales, no pierden su tiempo buscando culpables en 
quienes volcar su ira; poseen una inteligencia racional natural y un sentido común 
aplastante. 
Operan desde la generosidad, la amabilidad, el saber hacer. Nunca les mueven sentimientos mezquinos. 
Cuando la vida les echa uno de sus múltiples pulsos, lo aceptan y se ponen a trabajar buscando soluciones. Su modo de ser, de pensar, de estar en el mundo transmite sabiduría, naturalidad, coherencia, responsabilidad.
No necesitan engrandecerse pisando a nadie ni tienen nada que demostrar.
Saben relativizar, quitar hierro a lo malo, filtrar la información, quedarse con lo que de 
verdad merece la pena.
Son personas altamente resolutivas y no se las dan de nada, son humildes y sencillos y saben bien el terreno que pisan. Agradecen estar vivos y ven la vida como un milagro, un reto; los desafíos son para ellos una oportunidad de crecimiento. Cada día es el futuro para ellos. 

Son valientes,decididos, independientes.
A veces uno no se da cuenta de que están, pero si faltan se les echa mucho de menos. Viven 
con lo que tienen y no sufren por las carencias. Su habilidad para ver enseguida lo positivo de las personas y situaciones es inagotable.
Irradian belleza y tienen una calidad humana enorme.
Y lo mas bonito de todo es que son igual que las rosas, que siendo tan hermosas  no saben 
que lo son.

Esto va dedicado a este tipo de "personas milagro " que a veces pasan por tu vida unos 
instantes y no saben el bien que han hecho.
Ojalá que se vean retratados y reforzados en su encantadora forma de ser.





Carmen García Morán
Zaragoza








Con tantas cosas que hacer y que pensar, no he tenido tiempo ni de felicitaros las fiestas, pero aprovecho un momentico para desearos que el año que viene convierta en infinito todo aquello que os haga felices.




miércoles, 18 de diciembre de 2019

El tren de la vida

Fotografía de Mª José, por cortesía de Carmina Fondón



Hace algún tiempo atrás, leí un libro
que comparaba la vida con un viaje en tren.
Una lectura extremadamente interesante,
cuando es bien interpretada.

La vida no es más que un viaje por tren:
repleto de embarques y desembarques, salpicado
de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.
No obstante esto no impide que se suban
otras personas que
serán muy especiales para nosotros.

Llegan nuestros hermanos,
amigos y esos amores maravillosos.

De las personas
que toman este tren, habrá también
los que lo hagan
como un simple paseo.
Otros que encontrarán solamente tristeza
en el viaje.
Y habrá otros que, circulando
por el tren, estarán siempre
listos en ayudar a quien lo necesite.

Muchos al bajar,
dejan una añoranza permanente,
otros pasan tan desapercibidos
que ni siquiera nos damos cuenta
que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros,
quienes nos son más queridos,
se acomodan en vagones distintos al nuestro.
Por lo tanto,
se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos.
Desde luego, no se nos impide
que durante el viaje,
recorramos con dificultad nuestro vagón
y lleguemos a ellos...
Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.
No importa; el viaje se hace de este modo:
lleno de desafíos, sueños, fantasías,
esperas y despedidas... pero jamás regresos.

Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.

Tratemos de relacionarnos bien con todos
los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor de ellos.
Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos.
Ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al fin,
es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos,
mucho menos dónde bajarán
nuestros compañeros,
ni siquiera el que está sentado
en el asiento de al lado.
Me quedo pensando si cuando baje del tren,
sentiré nostalgia... Creo que sí.

Separarme de algunos amigos
de los que hice en el viaje será doloroso.
Dejar que mis hijos sigan solos,
será muy triste.
Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento,
llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción
de verlos llegar con un equipaje
que no tenían cuando embarcaron.

Lo que me hará feliz, será pensar
que colaboré con que el equipaje
creciera y se hiciera valioso.

Amigo mío, hagamos que nuestra estadía
en este tren sea tranquila,
que haya valido la pena.

Hagamos tanto, para que cuando
llegue el momento de desembarcar,
nuestro asiento vacío, deje añoranza
y lindos recuerdos
a los que en el viaje permanezcan.
A tí, que eres parte de mi tren, te deseo un...



¡¡¡Feliz viaje!!!





 Desconozco el autor.






Efectivamente.....la vida es un tren. A lo que nos demos cuenta, tendremos que desembarcar.
Hagamos el viaje lo mas agradable posible.
Buen día.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Como te quiero y no



A ver cómo sale este artículo, estoy haciendo algo que nunca he hecho, así que a ver si hay suerte.
He encontrado esta pequeña joya escondida en la red y quería mostrarosla.
Como veis es de Ester Vallbona, si os gusta - cosa que no dudo- podéis buscarla y leerla. Es un buen consejo, hacerme caso.
Se acerca Navidad, iros preparando 😄😄😄😄 

domingo, 1 de diciembre de 2019

El deseo

Fotografía de Carmina Fondón. Gracias !!


Mi madre me contó que soy fruto del deseo.

Respirando me concibió y respirando nací,

como todas las mujeres de mi pasado, como tú,

y como la vida misma se parece a un solo respiro de Dios.



Respirando,

con los pulmones, con la tráquea, con la piel, como las plantas, desde el estómago, rapidito, entre cortado, jadeando, lentamente,

he vivido deseando ser, convertirme, crecer, tener, lograr, amar, disfrutar, imaginar, soñar, coger, comer, reír, jugar, abrazar, acariciar, estrujar, guardar, conservar, sostener, procurar, cuidar, liberar,

en todas partes menos aquí, siempre en algo, siempre en alguien, siempre un paso más adelante que yo.


El deseo vive enfrente de ti, o a la vuelta de tu casa.

No cohabita contigo en el presente, pisa un escalón arriba que tú, hasta que es consumado y el deseo se vuelve suceso o anécdota.






El deseo es entonces un beso,

un niño comiendo un helado,

la actividad de la mente que concluye,

los amantes bebiéndose en la noche.




El deseo es una avispa zumbando en tus oídos

la manzana que siempre cae más lejos

el fuego que te envuelve,

las ganas de quemarte, aunque sea un poquito,

el grito que sólo sabe cantar: estoy vivo.




Pero puede ser también,

la angustia que te asfixia,

la llama que te quema,

la dolor que te invade,

el grito que se ahoga

aquello que nunca se concreta.




Porque es verdad,

que nadie elige su deseo ni siquiera aquello que desear.

Que el deseo cuando pasa por la mente se vuelve voluntad,

el deseo baila siempre con la necesidad.




El deseo es la espada que quiere atravesarte,

el relámpago que truena en la tormenta,

la mano que quiere acariciarte,

la ola en la que quieres revolcarte,

el cuerpo que, vacío de ti, busca llenarse.




El deseo vive en la calle de lo que crees que te falta.

Tiene tu cara a veces y a veces la mía, mirándote.


Te digo esto,

el Oxígeno está hecho de deseo,

por eso, mientras respires,

seguirás deseando.




Ahora dime,

¿Qué deseas?

¿Puedes elegir tu deseo?

¿O el deseo te escoge a ti?




El deseo es la vida,

haciéndole el amor a la vida.







Caperucita Loba







Y mi deseo es seguir siempre haciéndole el amor a la vida.
Siempre me llena de ilusión todo lo que hago, por pequeño que sea.

Seguir amando con todas mis fuerzas a los que , a mi alrededor me aman, y se alegran con mis alegrías y se entristecen con mis penas......
A los demás ni los quiero - en mi entorno - ni los echo de menos.

Como veis, aparezco por aquí menos de lo que quisiera, pero es que tengo grandes planes que me dan bastante en que pensar.

Seguir haciéndole el amor a la vida, que día que se va, no vuelve.