Yo, la invisible

Yo, que siempre bailo con la más fea,

que arrimo el ascua

a la sardina del que nunca pesca

y que salgo a la calle

con un libro de poemas en la mano

por si se hace de noche,

por si levanta el cierzo,

por si se pone a tiro el tirano de turno

y tengo que hacerme ver

(yo, la invisible)

me ando preguntando últimamente

quién dice ser el dueño

de esta barraca en la que nos subieron

porque quiero que sepa

que tengo libre acceso a una voluntad libertaria

y a una idea fatal:

la de que aquí cabemos todos.

Begoña Abad

Hoy es un día de esos en los que te das cuenta de la brevedad de la vida.....

Te levantas lleno de salud, y a media tarde se ha acabado todo.

Esto le ha sucedido a mi vecina Conchita. Descanse en paz.