A algunos les han quitado las ganas de hablar,
pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos
y tienen una piel tan sensible
que nuestros pequeños saludos cotidianos
pueden producirles heridas casi de muerte.
Nosotros, seres amables e inofensivos,
miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares
que pasan por la calle
y sentimos un desamor agradable,
casi suficiente.
Juana Bignozzi
Lo que es una vida plena, cada uno lo siente a su manera, y la vive como quiere y puede.
De lo que no hay duda, es de que no hay que desperdiciar ni un solo segundo para hacer lo que nos guste o satisfaga.
Buen inicio de semana.
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