Los juguetes del niño que ya es hombre,
¿a dónde fueron, di?
Cernuda
Hay penas tan tremendas que no pueden
echarse en el olvido.
Y vivimos sabiéndolas en cada
palabra, en cada gesto. Así tu muerte
permanece en el agua que me bebo
o el aire que respiro.
Nuestras primeras ilusiones duermen
junto a nuestros juguetes, en trasteros
remotos, y no queda
después de tanto incendio fuego antiguo.
No hay desván que nos guarde lo jugado.
Pero hay dolores que llevamos siempre
como el pan cotidiano que comemos
o la sombra dejada en el camino.
Manuel García
Hay quienes poseen una luz tan grande, que a pesar de transcurridos seis años de su partida, esa luz permanece.
In memoriam.
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