Murió de mal aroma.
Rosa idéntica, exacta.
Subsistió a su belleza,
sucumbió a su fragancia.
No tuvo nombre: acaso
la llamarían Rosaura,
O Rosa-fina, o Rosa
del amor, o Rosalba;
o simplemente Rosa,
como la nombra el agua.
Más le hubiera valido
ser siempreviva, Dalia,
pensamiento con luna
como un ramo de acacia.
Pero ella será eterna:
fue rosa; y eso basta;
Dios la guarde en su reino
a la diestra del alba.
Gabriel García Márquez
Como diría mi padre : de algo se tiene que morir uno, pero para una rosa, que mal rollito morir de mal aroma, no ??
Martes nublado y presagiando lluvia, pero ideal para disfrutarlo a tope. Yo lo tengo facílisimo, suerte que tengo !!
Buen día.
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