Pido a la vida,
pido a la muerte,
que cuando no esté
digas en voz alta
que fuiste amado por mí
y lo proclames como si un don
te hubiera sido dado,
habitante único de un mundo
de estrellas, luciérnagas y peces.
Begoña Abad
La capacidad de amar es infinita, pero quizá es difícil hacerlo llegar a la otra persona en su exacta medida.
Igual es imposible de cuantificarlo mientras lo tenemos al alcance de la mano y valoramos su falta cuando lo perdemos...no se.
Que disfruteis lo que queda del día.
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