Un día viniendo del sur,
del sur también de mi sangre, del sur de mi ceniza,
de la ceniza de los que me dieron la sangre, el hueso, la mirada,
una niñita llegó y dijo: El aire.
Y después el aire del país y el aceite.
Hermanos, hermanos.
Un día viniendo del sur,
vine a dar adonde nunca había estado pero volvía sin embargo,
reconocí los aldabones, el tahonero, la gorda de la pescadería,
una niñita llegó y dijo: La tierra.
Y después la tierra del país y el vino.
Amigos, amigos.
Un día viniendo del sur,
del sur de la Madre Patria a ella, de la muerte de mis padres,
encontré de pronto la música, la luz que me arrebataron casualmente,
una niñita llegó y dijo: El agua.
Y después el agua del país y el pan.
Madre, madre.
Un día viniendo del sur
vine a dar al país de donde había salido antes de nacer
-cuando mi madre adolescente me soñaba en el fondo
del trasatlántico-
una niñita llegó y dijo: El fuego.
Y después el fuego del país y el amor.
Querida, querida.
Raúl González Tuñón
(Argentina-1905)
De "La Muerte en Madrid"
El sur... el norte....el este.....y el oeste, la tierra toda es de todos !!
Ojalá desaparecieran las lineas trazadas por el hombre que tantas penas han ocasionado.
Ni fronteras ni colores, que nada nos diferencie !!
Que paseis un buen domingo.
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