Pesaban el cuerpo unos minutos antes de morir.
Pesaban el mismo cuerpo unos minutos
después de morir. Una simple sustracción matemática
debía indicarles el peso del alma.
Pienso en ello, ahora, mientras
sostengo el libro nuevo entre las manos,
las palabras todavía untuosas como las plumas
de un pájaro recién nacido. Y
me pregunto si, una vez leído, también
pesará menos. Como un cuerpo cuando pierde el alma.
Gemma Gorga
21 gramos, dicen que son.....
Que tengais un buen día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario