Yo, mi, me, con..miga

domingo, 21 de febrero de 2016

Memorandum



Primera carta 

Como dos islas,
como dos animales de distinta especie, 
como una margarita con un sable, 
como un trozo de ónix con un álamo, 
nunca podremos 
reproducirnos, 
tener un hijo, una semilla, 
algo en común y perdurable, parecido 
a lo de todo el mundo: fotografías, 
un día semanal para ir al cine, 
ciertas costumbres, 
modos insustituibles 
de hacer (y deshacer) el amor, un espejo. 

Existen fuerzas, 
circunstancias, océanos, imanes de crueldad 
que nos separan 
irremediablemente, anclas, cadenas, 
emigraciones 
de golondrinas 
que nos hacen perversos, diferentes, 
mutuos devoradores, 
especialistas 
en vidrios rotos y poemas, 
malas palabras y sollozos..... 

Y sin embargo, cuánta penuria en comprender 
que también somos 
dos dársenas vacías, dos pedazos de luna, 
dos péndulos rabiosos, 
oh, mi amada, blancura inolvidable, 
última pertenencia, 
mi destructora, 
mi adorable destruida, mis cenizas. 


Memorándum


Ayer cumplí fielmente con mis obligaciones
sin olvidarme -creo- de ninguna. 
Pagué las cuotas del televisor, 
la heladera y el banco, 
el amoroso banco donde opero, que tiene 
música funcional e ikebanas. Le puse 
aceite al auto, 
le di propina al gran rufián que cuida 
(y descuida) mi planta baja "A", 
compré un billete 
de lotería 
(que no me engañará, seguramente), me hice 
varios análisis clínicos (todos bien) 
para llegar 
a los 200 años, puse al día mis cartas 
y comencé a pensar en la paella 
del domingo. 

Claro que me olvidé de ir a la misa 
que le rezaban a mi madre 
(sería conveniente que nadie se enterara) 
al cumplirse el primer inolvidable, 
inolvidable, 
inolvidable, 
inolvidable 
aniversario de su muerte. 


Mi cama


Os podría explicar
cómo es cada uno de mis muebles: 
el bargueño, la mesa 
los sillones, la cómoda, detalles 
de la repisas 
la biblioteca, los espejos. Llevan 
conmigo muchos años y casi forman parte 
de mi propio inventario: la mandíbula 
el sacro sacro, el páncreas, las dos manos completas. 
Sin embargo, prefiero hablaros de mi cama 
mi humilde cama 
mi pequeño Mar Muerto, mi rectángulo 
habitualmente distendido, escorzo 
de la blancura, página 
para escribirme en ella, copiarme textualmente. 

También podría anotar como 
al descuido que estoy solo, solo, más solo 
que nunca, solo 
en sus inmensidades e imperceptibles pánicos 
solo entre sus riberas, sin un pie 
un camisón, un muslo, una palabra 
una melena 
una nuca, una espalda, una respiración 
un olor, algo 
para aferrarse 
a la vida y no morirse. 

Sí, algo para 
no morirse, de noche, solo 
igual que un muerto 
que resuelve morirse nuevamente. 







Gustavo García Saraví 1920
 La Plata, Provincia de Buenos Aires





Despues de un finde fantástico y en la mejor compañía.....aprovecho un ratito para dedicarme a hacer algo de lo que me gusta.
El tiempo avanza inexorable, a lo que nos demos cuenta estaremos en semana santa, tiempo de disfrutar 24 horas sobre 24 y durante muchos días !!
Quien dijo pesimismo ?? quien no se anima porqué no quiere !!
Buen domingo.


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