Ni tu nombre ni el mío son gran cosa,
sólo unas cuantas letras, un dibujo
si los vemos escritos, un sonido
si alguien pronuncia juntas esas letras.
Por eso no comprendo muy bien lo que me pasa,
por qué tiemblo o me asombro,
por qué sonrío o me impaciento,
por qué hago tonterías o me pongo tan triste
si me salen al paso las letras de tu nombre.
Ni siquiera es preciso que te nombren a ti,
siempre nombran la luz del mediodía,
la fruta, el paraíso
antes de la expulsión.
Amalia Bautista
Empezamos semana, que en su principio será tranquila, pero que, casi acabando, nos encontrará lejos, contemplando cosas que nunca antes habiamos visto.
Empieza la cuenta atrás 10.....9...8....7....
Disfrutar.
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