Yo, mi, me, con..miga

viernes, 8 de mayo de 2015

Patrias




El sitio en que, al rey mago (a un rey mago de pueblo, no al de la cabalgata suntuosa) le conté mis cinco años de vida…
El lugar donde mi padre, a falta de pañuelo, se quitó un calcetín y me limpió los mocos…
La habitación de las lecturas de verano, aquel estante de los libros redentores...
El camino de las moras (moras negras de zarza, moras blancas de árbol) y las hojas que di a los gusanos de seda…

¿qué más da en qué Estado, en qué esquina,
en qué rincón estaban?
(forzosamente estaban en alguno)

si esos granos de tierra de la Tierra
-sean cuales sean su himno, su bandera,
las rayas que en un mapa los encierren-,
si esas partículas de cielo y suelo
donde quiera que se hallen son
mis patrias.





Saiz de Marco




Hace unos días, hablando de viajes con una de mis vecinas - a todas las aprecio, pero a esta especialmente - me dijo, que a ella rara vez le gustaba algo de lo que veía viajando, y, apostilló, que yo debía de ser de esas personas, a las que les gusta todo lo que ven.
Yo asentí, y le dije, que si no todo, casi todo, y que lo disfruto de lo lindo. Que los viajes son caros, pero que los disfruto tanto, y me quedan tan buenos recuerdos que hasta me parecen baratos en la relación precio- provecho que les saco.
Luego, pensando sobre el tema, llegué a la conclusión que es cierto, que me encuentro bien en cualquier lugar, y que siempre me quedo con lo positivo.
Yo, aún siendo aragonesa por los cuatro costados, de donde verdaderamente soy, es - como decía la madre de Joan Manel Serrat, aragonesa de Belchite - de  donde mis hijos y nietos comen.
Su bienestar es la única patria que reconozco y acato, todo lo demás son trazos en un papel.
Buen día.

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