Con los restos del naufragio haremos otro barco.
Tomaremos las cuerdas,
las maderas mojadas,
la brújula caída,
el timón arrancado…:
lo que no se haya hundido,
lo que el mar nos devuelva.
Curaremos la herida profunda de su casco,
coseremos las velas,
secaremos las tablas
-las iremos juntando,
las enderezaremos-,
reajustaremos luego el timón y la brújula.
¿Quién diría que está hecho con ruinas ensambladas:
con lo que a la tempestad sobrevivió?
De la costa Desguace zarparemos de nuevo
y el naufragio
ya no será un naufragio:
será una playa,
un amarre de paso,
una escala en el viaje,
un puerto más de nuestro navegar.
Saiz de Marco
Ojalá de este largo naufragio que llevamos arrastrando durante años, salgamos reforzados y no olvidemos lo aprendido.
Siempre " positifo " nunca "negatifo".
Espero que hayais pasado un finde agradable.
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