Igual que me sostiene
la tibia sensación de estar cayendo
por la ladera dulce del otoño
de mi vida, y acaricio
despacio –como vuelan las hojas-
mi cuerpo que ya lleva
el olor de la tarde,
así cae este poema
en el papel dorado de tu carne
y así –voluptuosa-
su letra breve te acompaña.
Angeles Mora
Pues nada, como decíamos ayer......vuelta a lo cotidiano, a la comodidad y seguridad del hogar. Al cariño, reconfortante de los seres amados.
Al calor de la vida, en definitiva.
Buen día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario