Yo, mi, me, con..miga

lunes, 27 de octubre de 2014

IV- La estación de la fiebre



Ahora que el amor
es una extraña costumbre,
extinta especie
de la que hablan
documentos antiguos,
y se censura el oficio desusado
de la entrega;

ahora que el vientre
olvidó engendrar hijos,
y el tobillo su gracia
y el pezón su promesa feliz
de miel y esencia;

ahora que la carne se anuda
y se desnuda,
anda y revolotea
sobre la carne buena
sin dejar perfumes, semilla,
batallas victoriosas,
y recogiendo en cambio
redondas cosechas;

ahora que es vedada la ternura,
modalidad perdida de las abuelas,
que extravió la caricia
su avena generosa;

ahora que la piel
de las paredes se palpan
varón y mujer
sin alcanzar el mirto,
la brasa estremecida,
ardo sencillamente,
encinta y embriagada.

Rescato la palabra primera 
del útero,
y clásica y extravagante
emprendo la tarea
de despojarme.

Y amo.



Ana Istarú



Podrán las arrugas surcar el rostro y que los cabellos blancos sean mas abundantes que los otros......
Quizá la gravedad imponga su ley, y que los kilos pesen mas que los años,  pero en un corazón joven, la capacidad de amar sigue intacta.

Buena noche.

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