Hablo de la nostalgia que camina
como perro callado, en derredor,
con su pelambre espesa de recuerdos.
Y el rabo entre las patas. Desolado.
Lily era una niña mitad ángel;
la otra mitad, caricia.
Pegada a su nombre con resina de viajes,
de olvidos, charcos de agua....
Detrás de su mirada chapoteaban
pececillos inquietos. Y garuaba
sobre su corazón una ternura
siempre a punto de brisa. De esfumarse.
Ella me amaba. Pude amarla.
Hablo de los antiguos barrios. De las casas
donde viví hace tiempo. De las tablas
del piso que crujían con un dolor de viejas solitarias.
Hablo de los hoteles. De las calles
donde gastamos suelas y semanas.
Hablo de Lily con saliva amarga
y mi lengua la toca al pronunciarla.
Son las 4 a.m. de un día largo y plomo.
Y llueve en la ventana. Y en los ojos.
David Ledesma Vázquez
Ecuador, 1934-1961
Estos primeros días de julio, mas parecen de otoño que de pleno verano.
Vientos huracanados, tormentas que duran gran parte de la noche y temperaturas mas bien frescas, nos impiden llevar a cabo nuestras actividades veraniegas que con tanto mimo habíamos planeado. Menos mal que aun tenemos por delante mas de dos meses !!
Buen día.
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