Y la otra mitad de la luna?
Preguntó con inocente ternura el niño.
No supe que responder…
¡Duerme ya!, dije con molestia.
Dime por favor, insistió,
¿Quien se la robó?
Nadie se la robó, respondí,
Solo fue tomada prestada.
¿Prestada? ¿Por quién?
Pregunto insistente.
Por los poetas que no duermen
escribiendo poemas,
por los pintores que la plasman en sus lienzos.
Por las madres que no viven, esperando
a sus hijos de regreso.
Por aquella almas ahogadas en el mar del amor,
del desamor.
Por los bohemios que la guardan en sus bolsillos
para seguir escribiendo canciones a sus amores.
Por los amantes que juran
ante su luz, su amor eterno.
Por los niños que como tú,
preguntan por ella todas las noches.
¿Y cuando la regresan?
Preguntó mas intrigado.
La regresan... la regresan cuando...
¡Ya no hagas mas preguntas y duerme!
Dime por favor, dijo con los ojitos,
del sueño, casi cerrados.
Me acerqué a su cama, y dándole un beso en la frente,
respondí entre susurros:
Duerme mi niño, que el trozo de luna que te toca,
lo tomé prestado y lo puse aquí, bajo tu almohada.
para que cuide de que se cumplan tus sueños.
Susi
El cielo, la luna y el sol , hasta de día si es preciso - ja, ja, ja ja - les bajaría a mis niños para que se cumplieran todos sus sueños.
Que no haría una abuela por sus nietos.
Buen día.
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