Una lámpara tenue en la penumbra
un minuto olvidado de los dioses
un sueldo miserable a las palomas
una yegua de lluvia enloquecida
una oreja de toro ensangrentada
un manojo de truenos tartamudos
y un puñado de deudas a la luna.
un minuto olvidado de los dioses
un sueldo miserable a las palomas
una yegua de lluvia enloquecida
una oreja de toro ensangrentada
un manojo de truenos tartamudos
y un puñado de deudas a la luna.
Carmen Diaz Margarit
Yo se de algunos que están de fiestas. Este año a mi no me toca.
Pero tampoco me importa mucho. Lo cierto es que desde que mi padre marchó, no me apetecen nada.
Pero deseo que los que están, las disfruten.
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