El abuelo contaba a su nieto la primera vez que, con veinte años cumplidos, vió el mar.
-Entonces no se viajaba casi nunca. Tuve que esperar a hacer la mili para salir del pueblo. No como tú, que desde que naciste todos los veranos te han llevado a la playa.
Y el nieto, en vez de compadecerle, sintió envidia: “Qué suerte, poder conservar la impresión de ese encuentro, el instante en que sus ojos descubrieron, por primera vez, el mar”.
Saiz de Marco.
....Y los días pasan con la lentitud y dulzura apetecida.....
Y es que , donde se está bien.....buen rato !!
Disfrutad del verano.
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