Y sentía tu alma pulcra y triste
como sientes la luna que se desliza calladamente
detrás de los visillos corridos.
Y sentía tu alma pobre y encogida,
como un mendigo, con la mano tendida delante de la puerta,
sin atreverse a llamar y entrar.
Y sentía tu alma frágil y humilde
como una lágrima vacilando en el borde de los párpados.
Y sentía tu alma ceñida y húmeda por el dolor
como un pañuelo en la mano en el que gotean lágrimas.
Y hoy, cuando mi alma quiere perderse en la noche,
solamente tu recuerdo lo detiene
con invisibles dedos de fantasma.
Tristan Tzara
.....Aunque sé que, como el destello del sol en medio de la oscuridad......
No hay comentarios:
Publicar un comentario