Es curioso, a veces los rostros se ocultan tras las palabras.
Las palabras ocultan los gestos.
Los gestos omiten las emociones.
Las emociones se mezclan con las intenciones.
Hasta que un día
un instante imprevisto
en el momento menos pensado:
el velo cae,
y el círculo se cierra
y las intenciones
se tiñen de emociones
que se traducen en gestos
que se expresan en palabras
que se acallan en un rostro.
Y todo vuelve a estar en su lugar.
Hera
Buen día.
Tarde o temprano, todo círculo acaba cerrándose- lógico, sino no sería un círculo-y hay que hacer uso de la madurez, para aceptarlo y disfrutarlo por difícil que sea.
Al toro......por los cuernos, quien dijo miedo !!
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