viernes, 3 de febrero de 2012
San Blas.
Hoy es el día de ver cigüeñas. Hoy el día dura una hora y media más.
Hoy es el día de desempolvar los refranes y decir por donde quieran que vayan “San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres...año de nieves”, o aquel otro que dice “en San Blas hora y media más”.
Hoy es el día de san Blas.
Pese a que de su vida se conoce más bien poco, cuenta la tradición que San Blas era famoso por ser protector de infecciones de garganta, tos y anginas. Su biografía narra el momento en el que salvó a un pequeño niño de la muerte al sacarle de la garganta una espina de pescado con la que se estaba ahogando.
Además, se le considera patrón de los médicos, de los panaderos, los albañiles, los sastres y los animales salvajes, a los que sanaba de la misma forma que si fuesen humanos. De cualquier forma, San Blas es el santo al que se invoca cuando queremos curar una infección de garganta y por ello la costumbre de bendecir las gargantas el día de su festividad.
A lo largo de los años, se han venido repitiendo determinadas acciones que han llegado ya a ser tradiciones. Por una parte, la bendición de las gargantas y de todos aquellos elementos que pueden mejorar su estado físico, como caramelos o medicinas han sido seguidas por nuestros antepasados desde tiempos remotos.
Ya desde la antigüedad, cuando teniamos la buena costumbre de hacer nosotros mismos toda la repostería que consumiamos, se elaboraban los roscos que luego se llevaban a bendecir. Os pongo una antigua receta de los mismos.
Ingredientes:
1/2 kg de harina
125 g de azúcar
3 huevos
1 chorrito de agua de azahar
1/2 copita de ron
1 chorro de leche
1 nuez de levadura de panadero
1 chorro de agua
1 pizca de sal
150 g de mantequilla
- Para decorar:
4 guindas
corteza de naranja
huevo batido
azúcar glas
Elaboración
Mezcla en un recipiente la harina con el azúcar, los huevos, el agua de azahar, la copita de ron, la leche, la nuez de levadura, el agua y la sal. Amasa con cuidado hasta que te quede una mezcla compacta y sin grumos.
Posteriormente, agrega, amasando poco a poco con las manos, la mantequilla hasta que consigas hacer una bola. Deposita la bola de masa en un recipiente, tápala y deja reposar unas horas para que fermente (hasta que duplique o triplique su volumen).
Pasado el tiempo de fermentación, vuelve a amasar y dale forma de rosco. Coloca el rosco sobre una placa forrada con papel antiadherente y adórnalo con unas tiras de piel de naranja y unas guindas y déjalo reposar durante un par de horas.
Hornea a 175 grados durante 15-20 minutos.
A la hora de servir, puedes adornar con azúcar glas.
Y nada mas, que tengais un buen día.
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Pily, ¿has hecho ya el rosco? me han dado unas ganas de comerlo...... es que soy golosa de verdad.
ResponderEliminarNo sabía que San Blas era el patrón de tanta gente y menos aun que se oraba a San Blas cuando se tenía dolor de garganta.
Siempre aprendo algo...
Besicos.
No, yo no lo he hecho nunca.
ResponderEliminarLos hacía mi madre cuando yo era chica.
Los amasaba en casa e ibamos a cocerlos al horno del pueblo, pués hacía bastantes.
Luego, el día de San Blas, iba a misa temprano por la mañana y desayunábamos con roscón bendecido. La verdad es que poco efecto me hicieron, porque me paso la vida con faringitis.
Todos aprendemos algo cada día. En eso consiste la vida.
Un beso.